El odio no cesaba de latir despiadadamente.
Una esposa de fiar. Robert Goolrick
En el odio se había criado, recreado, protegido. El odio le había dado fuerzas para resistir, hasta convertirse en su religión.
Que empiece la fiesta. Niccolò Ammaniti
En algún recóndito lugar de su cerebro se abrían las compuertas del odio y las venas se le anegaban de ese veneno espeso.
Lágrimas en la lluvia. Rosa Montero
Odio el odio y, sin embargo, lo experimento. Conozco ese veneno que se inocula en la sangre a través de una mordedura y que te infecta hasta el tuétano.
Viaje de invierno. Amelie Nothomb
Odio el odio y, sin embargo, lo experimento. Conozco ese veneno que se inocula en la sangre a través de una mordedura y que te infecta hasta el tuétano.
Viaje de invierno. Amelie Nothomb
El
odio puede ser fuente de energía sólo por un tiempo limitado. Nos
infunde la ilusión de ser fuertes pero, ante todo, es un parásito que
nos devora.
Zapatos italianos. Henning Mankell
Zapatos italianos. Henning Mankell
No hay comentarios:
Publicar un comentario