Powered By Blogger

miércoles, 7 de marzo de 2012

ALCOHOL (2)


Levantó la botella y bebió, cerrando los ojos mientras lo hacía. El güisqui ardía y eso era bueno. Que quemara y acabara con la amargura. El calor fue arrastrándose por su garganta y explotó en su estómago. Tal vez otro trago quemaría el sabor del miedo.
          Psicosis. Robert Bloch

¿Dónde se refugia un alcohólico en rehabilitación cuando la sed ataca sin avisar?
         Todo el amor y casi toda la muerte. Fernando Marías

Adoro estar borracha –anunció ella–. Se me da bien.
          Inquietud. Julia Leigh

Y cuando aquel pidió su whisky se atrevió a preguntarle si ese era su desayuno habitual.
– A esta hora de la mañana no me apetece ninguna otra cosa –dijo. Explicó que el vino lo dejaba para el mediodía, la ginebra para la tarde y el vodka para la noche, porque con la bebida era bueno no caer en excesos.
        Agujeros negros ("Rojo satén"). Lázaro Covadlo

– ¿Bebe usted? –preguntó Stark haciendo una seña al camarero.
– Sólo los días terminados en número. Creo que hoy es uno de esos.
         Trago amargo. Francisco Gerardo Haghenbeck

No hay comentarios:

Publicar un comentario