Se arrodilló muy pálida, y suplicó
ser perdonada, pidió un motivo para seguir adelante. Pero no hubo
respuesta. Dios, como siempre, guardó silencio. Ningún ángel descendió,
ni se le apareció el Niño Jesús, ni oyó voces consoladoras ni hubo un
milagro que la devolviese a la vida.
Una esposa de fiar. Robert Goolrick
No
deseaba una vida eterna. Con esta tenía más que suficiente. Y no le
hacía falta ser perdonada. Solo quería que le devolvieran lo que le
habían quitado. Un dios de los objetos perdidos. Se contentaría con eso.
Sin otras caprichosas cualidades, nada de misticismos. Solo recuperar
lo perdido. ¿Podrías hacer eso, Dios?, preguntó.
No obtuvo respuesta, claro está.
Caribou Island. David Vann
Rezaba siempre. Primero a Dios, pero no tenía muchas ganas de contestarme. Entonces le rezaba a todas las cosas que tenía a mano.
La sinfonía del tiempo breve. Mattia Signorini
El silencio de Dios puede ser una respuesta.
Cómo me quedé calvo. Arnon GrunbergNo obtuvo respuesta, claro está.
Caribou Island. David Vann
Rezaba siempre. Primero a Dios, pero no tenía muchas ganas de contestarme. Entonces le rezaba a todas las cosas que tenía a mano.
La sinfonía del tiempo breve. Mattia Signorini
El silencio de Dios puede ser una respuesta.
Quizá Dios sea silencioso para que pueda oírnos mejor.
Beatriz y Virgilio. Yann Martel
No hay comentarios:
Publicar un comentario