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martes, 4 de septiembre de 2012

EL SILENCIO DE DIOS (2)


Se arrodilló muy pálida, y suplicó ser perdonada, pidió un motivo para seguir adelante. Pero no hubo respuesta. Dios, como siempre, guardó silencio. Ningún ángel descendió, ni se le apareció el Niño Jesús, ni oyó voces consoladoras ni hubo un milagro que la devolviese a la vida.
         Una esposa de fiar. Robert Goolrick

No deseaba una vida eterna. Con esta tenía más que suficiente. Y no le hacía falta ser perdonada. Solo quería que le devolvieran lo que le habían quitado. Un dios de los objetos perdidos. Se contentaría con eso. Sin otras caprichosas cualidades, nada de misticismos. Solo recuperar lo perdido. ¿Podrías hacer eso, Dios?, preguntó.
No obtuvo respuesta, claro está.
         Caribou IslandDavid Vann

Rezaba siempre. Primero a Dios, pero no tenía muchas ganas de contestarme. Entonces le rezaba a todas las cosas que tenía a mano.
         La sinfonía del tiempo breve. Mattia Signorini

El silencio de Dios puede ser una respuesta.
         Cómo me quedé calvo. Arnon Grunberg

Quizá Dios sea silencioso para que pueda oírnos mejor.
         Beatriz y VirgilioYann Martel

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