Es fácil distinguir un viejo campo de batalla donde muchos hombres han perdido la vida. La primavera siguiente, la hierba crece más verde y más lozana que la del paisaje circundante; las amapolas son más rojas, los acianos más azules.
William March. Compañía K
La guerra es un negocio como cualquier otro, es evidente, y para llegar a alguna parte hay que ajustarse a sus peculiaridades y jugar las cartas tal y como te han sido repartidas.
William March. Compañía K
Si los soldados rasos de cada ejército pudieran reunirse a la orilla de un río para hablar tranquilamente de las cosas, no habría guerra que durara más de una semana.
William March. Compañía K
Hablaban sobre todo de la guerra y de que la habían ocasionado unos intereses económicos para unos fines egoístas. Se burlaban de la posibilidad de que el idealismo o el amor a la patria tuvieran algo que ver con la guerra. Es brutal y degradante, decían, y los bobos que luchan son títeres manipulados para servir a los intereses de otros.
William March. Compañía K
Creí que si los demás captaban el horror y el sinsentido de la guerra, si conocían sus hechos brutales y estúpidos, se negarían a matarse entre sí cuando una sala llena de políticos decidiera por ellos que su honor había sido vulnerado.
William March. Compañía K