Sólo
los condenados y los malditos gritaban con sinceridad contra el
destino. Salvo ellos, pocos lo hacían. Un hombre con el estómago lleno y
el respeto de sus semejantes, nunca se rebelaría contra lo que
considerase errado en el Universo o en la sociedad. Que protesten los
desafortunados.
La roja insignia del valor. Stephen Crane
¿No es demasiado ingenuo el pensar que uno puede elegir su propio destino?
Ann Vickers (cárceles de mujeres). Sinclair Lewis
«Derrotar al destino». Esa debería ser la aspiración del hombre.
Pompeya. Robert Harris
El aceptar lo inevitable de mi destino me hizo sentir una cierta paz.
Las obras escogidas de T. S. Spivet. Reif Larsen
Los destinos se forjan lentamente y nadie sabe cuál de sus actos
sembrados al azar ha de germinar para desarrollarse como un árbol.
Los reyes malditos I. El rey de hierro. Maurice Druon