Era
el deber y el derecho de un marido mantener a su mujer en su sitio y
hacer que le respetara, recurriendo incluso a las manos si era
necesario.
La Mennulara. Simonetta Agnello Hornby
La mujer, ya sabe, ese chisme tan práctico que uno se lleva a todas partes y que sonríe cuando se le da un beso.
La amaba. Anna Gavalda
¿No es la virtud de un hombre su capacidad para ofrecer protección a una
o varias mujeres? ¿No es ésta la fuente de la armonía matrimonial, que
el hombre sea fuerte y vele por las necesidades de su mujer, y que la
mujer sepa cocinar para el hombre, escucharlo, mimarlo, dispuesta, sin amargarle la vida con recriminaciones y exigencias desmedidas?
Las vidas ajenas. José Ovejero.
Dios, en su infinita sabiduría, ha organizado el mundo de modo que
las criaturas inferiores sean más felices cuando pueden servir y
obedecer a las superiores. No hay más que observar la relación entre
niños y adultos. O entre hombre y mujer.
Petirrojo. Jo Nesbø
Las mujeres son el impuesto que pagamos por el placer.
Una muñeca rusa ["Nuestro viaje (Diario). Selección, prólogo y epílogo de
F. B."]. Adolfo Bioy Casares