Sostenía que sólo el alma contaba; arrogántemente daba por sentado la inmortalidad de esa vaga entidad que jamás hemos visto funcionar en ausencia del cuerpo, antes de tomarse el trabajo de probar su existencia.
Memorias de Adriano. Marguerite Yourcenar
Siento frío en el alma, no sé cómo protegerme. Para el frío del alma no hay manta ni capa.
Diarios. Fernando Pessoa
Nosotros los hombres somos casi siempre impuros y a menudo necesitamos de largos ayunos y vigilias para poder entender los susurros de nuestra alma.
El Golem. Gustav Meyrink
Soy el único adivino de mi propia alma y espero no extraer de sus profundidades nada más que lo que me procure momentáneamente solaz.
Esta casa en llamas. William Styron
Cuanto más avanza la ciencia en sus investigaciones sobre el ser humano, más se aleja del conocimiento del alma. Porque al acercarnos a la verdad, nos acercamos al dolor.
El oficinista. Guillermo Saccomanno
Siento frío en el alma, no sé cómo protegerme. Para el frío del alma no hay manta ni capa.
Diarios. Fernando Pessoa
Nosotros los hombres somos casi siempre impuros y a menudo necesitamos de largos ayunos y vigilias para poder entender los susurros de nuestra alma.
El Golem. Gustav Meyrink
Soy el único adivino de mi propia alma y espero no extraer de sus profundidades nada más que lo que me procure momentáneamente solaz.
Esta casa en llamas. William Styron
Cuanto más avanza la ciencia en sus investigaciones sobre el ser humano, más se aleja del conocimiento del alma. Porque al acercarnos a la verdad, nos acercamos al dolor.
El oficinista. Guillermo Saccomanno
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