Puesto que nadie ha estado en el cielo y Dios no baja a la
tierra y se mantiene en silencio generación tras generación, ¿cómo
saber dónde se encuentra la verdad?
Amor y exilio. Isaac Bashevis Singer
¿Sería posible que el cielo nos intimara sus órdenes y que los mejores de entre nosotros las escucharan allí donde el resto de los hombres sólo percibe un silencio aplastante?
Memorias de Adriano. Marguerite Yourcenar
Se despertaba por las noches y hablaba con Dios. ¿Qué quieres de nosotros?, le preguntaba. Pero no le respondía.
Y que se duerma el mar. Gustavo Martín Garzo
La guerra de Dios tal vez se ganara con soledad. Con abandono. Había
que dejar a los hombres completamente solos en su locura, para que
comprendiesen hasta qué punto Dios era necesario.
El declive y la cuesta. Mercedes Salisachs
La mujer había perdido su fe en Dios. Había rogado, había rezado, le
había suplicado noche tras noche, y cada amanecer había traído la misma
respuesta. De manera que lo maldijo. Nada cambiaba. Acabó por olvidarlo.
El Árbol de los Jenízaros. Jason Goodwin
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