Y
se decía con amargura, desesperadamente: por más que se luchara, por
más que se hiciera, habría siempre agazapado en el fondo del corazón
humano el odio hacia sus semejantes, el ancestral deseo de matar...
Cuando enmudecen las sirenas. Maxence Van der MeerschExisten personas convencidas de que, para formar el país de sus sueños, por fuerza hay que causar dolor en el prójimo. Personas con la sangre envenenada por el odio.
Los peces de la amargura ("Madres"). Fernando Aramburu
El odio no necesita un porqué. Un quién o incluso un qué es más que suficiente.
El bosque del cisne negro. David Mitchell
Ojos llenos de odio racial, el más implacable de todos.
El complejo de Di. Dai Sijie
Para perseverar en el odio hacia alguien es necesario pisar la misma tierra.
Cuentos del nunca más ("El sendero que tenía alma"). Tomás Val
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