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martes, 28 de noviembre de 2017

miércoles, 22 de noviembre de 2017

LA ESPERA


La espera como miel y veneno.
         Nacimientos. Pierre Péju

La espera es la condición esencial del ser humano.
       Perder teorías. EnriqueVila-Matas 

¿Esperar qué? Pues esperar simplemente, porque al que ya no espera no le queda sino morir.
         La caja de hueso. Antoinette Peské

Esperar hizo que me olvidara de lo que estaba esperando.
         El día antes de la felicidad. Erri De Luca

El tiempo palpita, se dilata, luego vuelve a quedarse parado y, poco a poco, nos va dando esa sensación de vacaciones y de infinito que otros buscan en la droga, pero que yo encontraba sencillamente en la espera.
        La hierba de las noches. Patrick Modiano

viernes, 17 de noviembre de 2017

RELIGIÓN (6)


¿No hay ningún boletín oficial que nos alerte sobre las religiones?
         Las sintaxis del corazón (de lecturas y escritores). Purificación Cavia 
         Tamayo

El tiempo en que la religión se creía con derecho a intervenir en los asuntos del mundo, y a decir a los hombres cómo deberían vivir, comportarse y pensar.
         Los viajes de la cigüeña. Gustavo Martín Garzo

Religión, fe: no parecía tener fin, no parecían tener fin sus exigencias.
          India. Vidjadhar Surajprasad Naipaul

En general, las religiones son un granero de creencias inverosímiles capaces de seducir a millones de prosélitos en contra del genuino interés por alcanzar una buena vida mundana; una fábrica de fruslerías teológicas que darían risa si no produjeran tantas desgracias.
         El Archivo de Göttingen. José David Sacristán de Lama

Mi sorpresa no se debe a que el hombre necesite una religión; lo que me asombra es que pueda alguna vez sentirse lo bastante fuerte, lo bastante protegido de la desgracia como para atreverse a prescindir de alguna: en su debilidad, me parece, debería verse llevado a invocarlas todas; en la espesa noche que nos rodea, ¿hay algún resplandor que podamos rechazar? En la corriente que nos arrastra, ¿hay una sola rama a la que seamos capaces de impedir que nos retenga?
         Adolphe. Benjamin Constant

domingo, 12 de noviembre de 2017

VERDAD (6)


Quienes sólo saben contar la verdad no merecen ser escuchados.
         El abuelo que saltó por la ventana y se largóJonas Jonasson

La verdad es raramente necesaria.
         El coleccionista de coleccionistas. Tibor Fischer

—Una vez dicho, alguien lo creerá y lo repetirá, y luego cientos de años después la gente sigue repitiéndolo.
—¿Y se convierte en verdad?
—Algo así.
         Testamento mortal. Donna Leon

Nunca más mendigos de una verdad.
         La voz del cuidado (La voz del cuidado, "Ventana al poniente"). Miguel Suárez

O se dice y escribe la verdad o se calla uno.
         Retrato de un hombre libreAgustín García Simón

martes, 7 de noviembre de 2017

INFIERNO (6)


No tengo intención de acabar en el infierno.
         Autorretrato. Edouard Levé

No hace falta morir para estar en el infierno.
         El otro fuego ("Mutaciones"). Inés Mendoza

En el infierno le va mal hasta el mismísimo diablo.
         Las nieves azules. Piotr Bednarski

Es lo único para lo que yo quiero que haya infierno, para que los asesinos continúen cumpliendo allí su condena eterna.
         Patria. Fernando Aramburu

«O sea que esto es para siempre...»: el suspiro de quien llega al infierno.
         El elefante ("Adagios y sentencias"). Sławomir Mrożek
 

jueves, 2 de noviembre de 2017

PERDÓN


¿Nunca te ha asaltado la duda de que quizá no haya nada que perdonar?
         La acabadora. Michela Murgia

Por norma general, los viejos siempre acaban perdonando a los jóvenes, al igual que los pobres a los ricos, y las víctimas a los traidores.
         Sombras sobre el Hudson.  Isaac Bashevis Singer

No existe perdón sin que se derrame sangre.
         Los años de peregrinación del chico sin color. Haruki Murakami

El perdón es un signo de poder. Implorarlo es un signo de poder, y negarlo o concederlo es un signo de poder, tal vez el más grande.
         El cuento de la criada. Margaret Atwood

Nos convertimos en adultos cuando aprendemos a perdir perdón.
         La sustancia del mal. Luca D'Andrea